Rivilla despedida como jugador del Atlético

Tras diez temporadas en el Atlético, el club brindó a Rivilla un partido de homenaje por todo lo alto. El 17 de septiembre de 1969, el equipo rojiblanco se midió al Santos de Pelé ante más de 50.000 espectadores. La hinchada rojiblanca rendía tributo así a Feliciano, un jugador que ya era una leyenda. Y como tal recibió el homenaje.

Antes del inicio, Rivilla recibió la Medalla de Plata al Mérito Deportivo de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, la insignia de oro y brillantes del club y un sinfín de regalos de las peñas rojiblancas, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de agasajar a un jugador que dejó todo sobre el césped a la hora de defender los colores. Además, un hijo suyo realizó el saque de honor de un partido en el que Rivilla disputó los primeros ocho minutos antes de ser sustituido por Melo. El momento del lateral ya había pasado, por delante quedaba su leyenda. Y la presidencia de la Asociación de Veteranos desde el momento de su creación, en 1999, hasta que Adelardo le relevó en 2008. El día de su retirada, Rivilla fue claro: "Jugué en el equipo de toda la vida y con la serenidad de los años le doy más valor. Fue una felicidad tremenda".


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